Saltar al contenido

3 Ejemplos Concretos de Teoría Estructuralista que Te Sorprenderán

Introducción

La teoría estructuralista es una corriente de pensamiento en la administración cuyo objetivo principal es entender las organizaciones como un todo, compuesto por partes interdependientes. Esta teoría se enfoca en la totalidad de la organización, más que en sus elementos individuales. En este artículo, hablaremos sobre los conceptos básicos de la teoría estructuralista y proporcionaremos ejemplos de cómo se aplica en el mundo empresarial.

Conceptos clave de la teoría estructuralista

La teoría estructuralista se desarrolló a partir de la teoría de sistemas, que trata a las organizaciones como sistemas que interactúan con su entorno. La teoría estructuralista se basa en la idea de que las organizaciones están compuestas por subsistemas interdependientes que se combinan para formar una red de relaciones complejas. Estos subsistemas incluyen la estructura formal, la cultura organizacional y la estructura informal.

La estructura formal es la organización en su forma más tangible y se compone de los elementos y actividades que están oficialmente diseñados para cumplir con los objetivos de la organización. Aquí se incluyen la estructura jerárquica, los departamentos, los puestos de trabajo y las funciones específicas.

La cultura organizacional, por otro lado, se refiere a las normas, los valores y las creencias compartidos por los miembros de la organización. La cultura se desarrolla en respuesta a las demandas del entorno y las necesidades internas, y puede influir significativamente en la forma en que los miembros de la organización interactúan.

La estructura informal es la red de relaciones no oficiales que se desarrolla entre los miembros de la organización. Estas relaciones pueden surgir de amistades personales, intereses comunes, simpatías o antipatías y otros factores no relacionados con las responsabilidades oficiales.

Ejemplos de la teoría estructuralista en la práctica empresarial

El siguiente ejemplo ilustra cómo la teoría estructuralista puede aplicarse en la práctica empresarial. Supongamos que una empresa quiere implementar un nuevo sistema de gestión de calidad y está experimentando problemas para hacerlo. En lugar de enfocarse en los detalles específicos, la teoría estructuralista sugiere que la empresa debe considerar la organización como un todo e identificar los subsistemas que podrían estar causando los problemas.

En este caso, podría haber problemas en la estructura formal si los trabajadores no tienen el entrenamiento adecuado para realizar sus tareas dentro del nuevo sistema de gestión de calidad. Si esto fuera cierto, la empresa podría decidir proporcionar capacitación adicional a los empleados. También podría haber problemas con la estructura informal si los trabajadores no están acostumbrados a compartir información entre sí. En este caso, la empresa podría animar a los trabajadores a colaborar más abiertamente.

Un segundo ejemplo de la teoría estructuralista en la práctica empresarial podría ser el análisis de organizaciones de alta tecnología. En estas organizaciones, la cultura organizacional puede ser un factor clave para el éxito. Las empresas de alta tecnología pueden enfocarse en la innovación y el cambio constante, y la cultura organizacional puede reflejar estos valores. Los programas de capacitación en liderazgo podrían enfocarse en inculcar estos valores en los nuevos empleados.

Desarrollos recientes en la teoría estructuralista

En los últimos años, ha habido un cambio hacia un enfoque más integrado de la teoría estructuralista. Los investigadores han comenzado a ver la organización como un sistema integrado compuesto por subsistemas interdependientes. Además, la teoría se ha vuelto más consciente de la importancia de la cultura organizacional y cómo puede afectar el éxito o el fracaso de una organización.

Otra tendencia importante en la teoría estructuralista es un enfoque en la estrategia organizacional. La estrategia empresarial es un elemento clave de la teoría estructuralista, y se centra en cómo la empresa puede lograr sus objetivos mientras se adapta a los cambios en el entorno empresarial.

Conclusión

En conclusión, la teoría estructuralista es una corriente de pensamiento fundamental en la administración que se centra en la totalidad de la organización, más que en sus elementos individuales. La teoría se basa en la idea de que las organizaciones están compuestas por subsistemas interdependientes que interactúan para formar una red de relaciones complejas. La estructura formal, la cultura organizacional y la estructura informal son los principales subsistemas que componen la organización, y la teoría estructuralista se centra en cómo estos sistemas pueden trabajar de manera efectiva juntos para lograr los objetivos de la organización. En la práctica empresarial, la teoría estructuralista puede ser utilizada para entender los problemas y desafíos organizacionales más complejos, y los líderes empresariales pueden utilizarla para tomar decisiones informadas basadas en el conocimiento de la totalidad de la organización.

Índice de contenidos