Introducción
El templado es un proceso de tratamiento térmico utilizado en la fabricación de piezas de metal para aumentar su resistencia y dureza. Se aplica frecuentemente en la producción de herramientas de corte y piezas de maquinaria que estarán sujetas a cargas y tensiones extremas. En este artículo, exploraremos las características del templado y cómo este proceso afecta las propiedades mecánicas de los metales.
¿Qué es el Templado?
El templado es un proceso térmico que consiste en calentar una pieza de metal a una temperatura alta, luego enfriarla rápidamente para lograr una transformación en su estructura cristalina y aumentar sus propiedades mecánicas. El proceso implica tres etapas principales: calentamiento, enfriamiento y revenido.
En la primera etapa, la pieza se calienta a una temperatura específica, que varía según el tipo de material y la aplicación de la pieza. Luego, se enfría rápidamente sumergiendo la pieza en agua o aceite. Este rápido enfriamiento, conocido como enfriamiento de temple, produce una estructura cristalina dura y resistente llamada martensita. Sin embargo, esta estructura también es quebradiza y puede agrietarse fácilmente bajo tensiones y cargas.
Por lo tanto, se requiere un tercer paso, llamado revenido, en el que la pieza se calienta por segunda vez a una temperatura menor que la del templado, pero aún así lo suficientemente alta para reducir la fragilidad de la martensita sin perder su dureza. El revenido también mejora la resistencia a la fatiga y la tenacidad de la pieza.
Características del Templado
El proceso de templado tiene varias características que lo hacen popular en la fabricación de piezas de metal.
Dureza: El templado aumenta la dureza de la pieza, lo que la hace resistente a la deformación y al desgaste. Esto es particularmente importante en aplicaciones en las que la pieza estará sujeta a cargas y tensiones extremas.
Resistencia a la tracción: El templado también aumenta la resistencia a la tracción del metal, lo que significa que la pieza puede soportar una mayor carga y tensión sin deformarse o fallar.
Tenacidad: A pesar de su mayor dureza, el metal templado sigue siendo tenaz, lo que significa que puede deformarse y absorber energía antes de romperse. Esto lo hace especialmente útil en aplicaciones en las que las piezas pueden estar sujetas a impactos o vibraciones.
Resistencia a la fatiga: El proceso de revenido mejora la resistencia a la fatiga, lo que significa que la pieza puede soportar ciclos repetidos de carga y descarga sin deformarse o fallar.
Diferentes tipos de Templado
Existen tres tipos principales de templado, cada uno de los cuales se optimiza para diferentes aplicaciones.
Templado por aire: Este tipo de templado implica enfriar la pieza al aire atmosférico. Es comúnmente utilizado para piezas de metal de baja aleación y se utiliza para mejorar la resistencia a la fatiga y la tenacidad.
Templado por agua: En este tipo de templado, la pieza se sumerge en agua para lograr un enfriamiento rápido. Es comúnmente utilizado para piezas de acero con contenido de carbono y se utiliza para mejorar la dureza y la resistencia a la tracción.
Templado por aceite: Este tipo de templado implica sumergir la pieza en aceite para lograr un enfriamiento rápido pero menos severo. Es comúnmente utilizado para piezas de acero con alto contenido de carbono y se utiliza para lograr una dureza intermedia y mejorar la resistencia a la fatiga y la tenacidad.
Conclusión
El templado es un proceso importante en la fabricación de piezas de metal que requieren alta resistencia, dureza y tenacidad. El proceso implica calentar la pieza a una temperatura alta, enfriarla rápidamente y luego revenirla para lograr las propiedades mecánicas deseadas. El templado por aire, agua y aceite son los tres principales métodos utilizados, cada uno de los cuales se optimiza para diferentes aplicaciones. La combinación de estas características hacen del templado un proceso valioso en la industria manufacturera moderna.